4 de cada 10 jefes son tóxicos

Otro artículo y libro sobre un tema tan candente en la empresa española como políticamente incorrecto e incómodo. Reproducimos un extracto:

¿Se ha topado alguna vez con un jefe tóxico? Según el libro, ‘Nuevo management para dummies’, que se acaba recientemente de publicar, no sería extraño porquecuatro de cada 10 jefes lo son.

Sus autores, Ana María Castillo y Juan Carlos Cubeiro, aseguran que tener uno de estos jefes es el doble de pernicioso, por ejemplo, que el tabaco. Estos dos expertos en ‘management’ describen cinco tipos de jefes tóxicos,aunque advierten de que algunos «practican varias males artes». Así serían:

  1. El acosador o intimidador, «que humilla a los demás a la hora de dar órdenes, abusando de su posición».
  2. El microdetallista, que «no delega porque quiere que todo se haga según sus gustos».
  3. El adicto al trabajo, «que no sabe de horarios y que suele llamar y enviar correos electrónicos a cualquier hora».
  4. El todo-números, que está «obsesionado con los resultados (…) y que «confunde los fines con los medios».
  5. Y el favoritista, con filias y fobias, que no es equitativo.

Para Castillo y Cubeiro, «la toxicidad de determinados jefes es un problema para la organización, para el clima laboral, para los resultados, para la salud de las personas, para la fidelización de los empleados, para la relación con el cliente y, en definitiva, para la supervivencia de la empresa».

Los jefes tóxicos son arrogantes, altaneros, soberbios, se creen infalibles. No aceptan opiniones discordantes. Son autocráticos, se comportan como tiranos con sus subordinados y como pelotas con sus propios jefes, señalan.

Responden con ira cuando las cosas no salen bien y se expresan como si fueran poseedores de la verdad absoluta. Y todo para esconder su inseguridad,y su falta de confianza en sí mismos.

Hay personas incompetentes ocupando puestos de dirección a causa del nepotismo (ser familiares de quienes mandan), la injusticia (ser amiguetes de quienes les propusieron) o porque se venden bien aunque haya poca sustancia en la superficie.

https://www.youtube.com/watch?v=kK09nthDhnk

Personalmente, hace poco una amiga ha sido acosada y despedida por un jefe tóxico que también sufrí en primera persona hace 14 años. (Querida R, te dedico este post.) Es curioso: se parece al de este desternillante video tanto exterior como interiormente. Y por lo que me cuenta no somos los únicos sino que es su forma habitual de gestionar personas. Y este hombre sigue ahí desde entonces, machacando personas y perjudicando a su empresa sin que nada pase.

Mi reflexión es, si todo esto nos suena familiar, ¿qué más podemos hacer desde RRHH y consultoría, o desde quien sufre uno de estos personajes para que las organizaciones detecten y gestionen a estos elementos tóxicos? ¿Por qué los diccionarios de competencias en su mayor parte no tienen niveles negativos? ¿Las evaluaciones del desempeño son solo de arriba abajo? ¿Qué hacemos cuando un departamento tiene una rotación demasiado alta?  ¿Hacemos encuestas de clima sistemáticas (y tomamos medidas según los resultados)? ¿Hacemos entrevistas de salida a los empleados y usamos la información para detectar jefes tóxicos o miramos para otra parte? ¿En qué medida desde RRHH o la Dirección de la empresa tenemos el valor de atacar a un directivo tóxico?

Ver aquí el artículo completo.

Esta entrada fue publicada en Artículos, Libros, Medición y diagnóstico, Organización del talento. Guarda el enlace permanente.