Calidad empresarial y prosperidad

Interesante artículo de Emilio Ontiveros en El País. Básicamente cita diversos estudios para concluir que la calidad de los directivos es clave para la productividad de las empresas, y que ésta es la clave para mejorar las condiciones de vida. 

¿Seguimos pensando que el desarrollo directivo es un coste a minimizar y no una inversión a optimizar?

Algunos extractos:

  • La mejora de las condiciones de vida de la población, de ascenso del PIB por habitante, depende en gran medida del comportamiento de la productividad de la economía. Y en el crecimiento de esta, la reducción de los que trabajan, del número de horas que lo hacen o del salario de los mismos no es precisamente la forma más sana de conseguirlo. Ni la más sostenible.
  • Lo más conveniente es que las mejoras vengan determinadas por la Productividad Total de los Factores (PTF), ese componente de la productividad que representa la contribución al crecimiento del PIB adicional a las aportaciones de las horas de trabajo, de las habilidades de los trabajadores o de la dotación de capital físico. Captura el progreso tecnológico y, desde luego la eficiencia en la producción.
  • Aquellos países que han registrado una mayor convergencia real, en avances de su renta por habitante, lo han hecho a través de aumentos sostenidos en la PTF. Para ello, la apertura al exterior, la acumulación de capital basado en el conocimiento, las estrechamente relacionadas inversión en I+D y la capacidad empresarial, son esenciales.
  • La calidad de la función empresarial, de la gestión, desempeñan un papel central. Lo hacen facilitando la absorción y aplicación de nuevas ideas, la asimilación de innovaciones, pero también en la más amplia función de combinación y coordinación de todos los factores que operan en la empresa.
  • Tener buenos o malos empresarios, o directivos empresariales, no es neutral. Si esto era fácil de intuir, varias investigaciones le dan respaldo empírico suficiente. El ritmo de crecimiento de la PTF de una economía está positivamente relacionada con la calidad de su “capital gerencial”.
  • El trabajo difundido hace unos meses por N. Bloom, R. Sadun y J. V. Reenen Management as a Technology, después de revisar datos de 10.000 empresas manufactureras correspondientes a 30 países, concluye que aproximadamente una cuarta parte de las diferencias existentes en la productividad entre países pueden ser atribuidas a diferencias en la calidad gerencial.
  • España queda en la posición 18ª del World Management Survey correspondiente a 2014. Como consecuencia de esas menores contribuciones de la calidad gerencial y de la inversión empresarial en capital tecnológico, en el ejercicio de pr
    oyección a 2060 del PIB por habitante de varios países, el español es de los que menos avanza.
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