Cultura del presentismo

Parece casi revolucionario en la empresa española plantear que lo importante no es la presencia sino el resultado. ¿Cuánta gente está «de cuerpo presente» durante n horas, mientras su mente está haciendo algún «viaje astral»?

De nuevo se cumple la máxima de que «si no mides lo que quieres, acabarás queriendo lo que puedes medir». Las empresas, en ausencia de sistemas de gestión que vinculen aportación de valor (no sólo resultados comerciales o financieros) y remuneración, recurren a maximizar las horas de presencia. Esto tiene efectos negativos para la productividad y la vida de sus empleados y directivos.

Nunca vamos a poder trabajar tanto y tan barato como indios o chinos, así que más nos vale trabajar mejor. Además  los jóvenes talentos priorizan su vida personal frente al trabajo, en contra de la cultura predominante en la generación que actualmente ocupa cargos directivos.

Los sistemas de remuneración e incluso el marco legal no favorecen un cambio tan necesario como inevitable a largo plazo, pero en mi opinión el principal obstáculo está en las mentalidades de los directivos y mandos.

Aquí un interesante artículo lleno de sentido común, con las opiniones de dos conocidos.

 

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