Incompetentes, o cómo hundir cualquier cosa

Interesante y divertido artículo de Diego Lías sobre los incompetentes, tomando como ejemplo a Ambrose E. Burnside posiblemente el general más incompetente de la Guerra Civil Americana. Personalmente creo que no hacía falta irse tan lejos en el espacio o el tiempo 😉

Algunas ideas:

  • El liderazgo de un incompetente genera más incompetencia, porque se rodea de incompetentes, los que son competentes o se van frustrados, son sacrificados como cabezas de turco o si se quedan frustrados, dejan de actuar competentemente por desidia u otras motivaciones…
  • Principio de Dilbert: «los trabajadores más ineficientes son trasladados sistemáticamente a los sitios de trabajo donde pueden causar menos destrozos, es decir, la dirección de la empresa»
  • Las personas con escaso conocimiento tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas, debido a que su propia incompetencia les dificulta reconocer sus errores y evaluar la competencia de los demás
  • Cuanta más vehemencia al discutir, menos argumentos se tienen. “La ignorancia afirma o niega rotundamente”  – Voltaire
  • “Nunca le atribuya a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez“ – Hanlon. O como dice una de mis frases favoritas (no recuerdo el autor): Un estúpido bondadoso es más peligroso que un malvado inteligente, ya que el segundo puede tener la inteligencia de mostrarse bondadoso, mientras que el primero nunca tendrá la bondad de comportarse con inteligencia.»
  • Todos somos incompetentes. Somos seres finitos, ni siquiera sabemos todo de algo, mucho menos de todo.
  • Nunca digáis a un incompetente que lo es. Si es tu jefe te costará la cabeza, si es un compañero te dirá que para que te metes y que qué sabrás, si es alguien a tu mando pensará que eres injusto como poco. Todos tienen la autoestima muy alta.

Alguna otra reflexión por mi parte. Creo que me he encontrado con mi buena dosis de incompetentes en mi vida y mi carrera. Quizás alguno de ellos opinen lo mismo sobre mi. 🙂 Lo que creo que les diferencia no es el grado de acierto en una situación compleja, ni la falta de brillantez, sino:

  • Su osadía y desparpajo o su buena suerte les permiten optar a puestos y tomar decisiones por encima de sus capacidades
  • Cometen cagadas frecuentes y graves (aunque siempre tienen una buena excusa)
  • Sus errores no son forzados, es decir, se complican la vida solos y en cuestiones básicas
  • Su ego enorme y su soberbia que destruyen cualquier crítica, humildad o capacidad de aprender de sus errores
  • Se rodean de otros incompetentes y aplastan a cualquiera que pueda destacar
  • La organización en la que están no detecta y limita el daño que hacen, sino que con frecuencia les da más poder (aunque todos los que les sufren murmuran y aceptan, convirtiéndose en cómplices involuntarios)

A nivel profesional me quedo con lo último, ¿qué podemos hacer, aprender o dejar de aceptar para que los incompetentes nos afecten lo menos posible?

Desde la óptica de Recursos Humanos, me quedo con la pregunta ¿cómo podemos identificar a los incompetentes en los procesos de selección y posteriormente en el día a día, y qué hacer con ellos?

Además, añado una brillante escena de un clásico de 1927: «The General», por Buster Keaton, en el que se muestran nítidamente ejemplos entre trágicos y cómicos de incompetencia.

https://www.youtube.com/watch?v=Wc2PD0gZQd0

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