La técnica del artificiero para desmantelar críticas destructivas

Ingenioso y práctico artículo de Enric Lladó en El Mundo sobre cómo desactivar críticas destructivas. Lo esencial:

  1. Un buen artificiero siempre mantiene la calma. Escucha en silencio y no le interrumpas. Cuenta hasta tres antes de responder.
  2. Estudia la bomba antes de meterle mano. Reformula lo que ha dicho y haz preguntas para entender qué le preocupa realmente. Es la manera de tomar el liderazgo de la situación y recuperar el control mientras te vas haciendo con toda la información necesaria para avanzar.
  3. Asegúrate de identificar los cables realmente importantes de la bomba. Resume ahora su preocupación en forma de una pregunta: “Entonces, resumiendo, ¿Lo que te preocupa es el tiempo?”. Ahora pueden pasar dos cosas. Si te dice que no, es que no le hemos entendido, nos hemos equivocado de cable. Y eso es bueno porque nos dirá lo que realmente le preocupa, nos mostrará el cable a cortar: “No…no…en realidad lo que me preocupa es….”.
    Si por el contrario nos dice que sí, acabas de lograr todavía muchas más cosas: sabes el cable que hay que cortar, pero además se ha sentido entendido y te ha soltado el primer sí: eso es mucho más importante de lo que crees: ya empiezas a tener al “enemigo” de tu lado.
  4. Ahora sí: ¡¡corta el cable¡¡. Convierte su crítica destructiva en una pregunta constructiva que contenga un “…cómo podemos hacerlo…” : “Entonces, ¿Lo que te gustaría saber es cómo podemos hacerlo en menos tiempo?” ¡¡Le has pillado¡¡ tu proyecto vuelve a estar vivo porque ahora la atención de todos ya no está en “Tu proyecto no vale”, sino que está en “cómo podemos hacerlo en menos tiempo”.
  5. Convierte al enemigo en amigo. Lánzale un “Entonces, si pudiéramos hacerlo en menos tiempo ¿Tú estarías de acuerdo?”. Si antes te dijo que sí, ahora también está obligado a decirte que sí. Le acabas de obligar a apoyarte, ya no habrá más bombas.
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