Sorprendente artículo de Sergio Parra para que no te creas nada de lo que crees 😉
Llevamos esos sesgos en nuestro «sistema operativo» como mecanismos de adaptación, pero pueden nublar nuestro razonamiento y hacernos tomar malas decisiones. Si los conoces y eres más consciente de ellos podrás gestionarlos de forma más racional.
- Sesgo modal: Pensar que los demás no tienen ni idea de lo que dicen y que nosotros cometemos menos errores o somos más hábiles en general. Un sketch de los Monty Python lo ridiculizaba así: «¡Todos estamos por encima de la media!»
- Sesgo endogrupal: Estar de acuerdo con las personas que forman parte de nuestro grupo más cercano.
- Sesgo jerárquico: Creer que el «jefe» sabe más o acierta más. Curiosamente, los pilotos y copilotos de avión lo llevan más o menos la mitad del tiempo cada uno, pero los pilotos tienen más del 80% de los accidentes.
- Efecto bandwagon (subirse al carro): De forma inconsciente tendemos a estar de acuerdo con la masa, con las opiniones mayoritarias, aunque la evidencia nos informe de lo contrario.
- Sesgo sexista (no sólo presente en ellos, sino en la mayor negatividad de los pensamientos de ellas sobre sí mismas)
- Sesgo de la tiranía de la actualidad: Se nos da muy mal demorar recompensas y obtener beneficios a largo plazo.
- Sesgo de negatividad: Tendemos a prestar más atención a las malas noticias antes que a las buenas, incluso otorgamos más credibilidad a las noticias agoreras que a las optimistas.
- Sesgo del status quo: Es la tendencia a rechazar lo nuevo y los cambios en general sobre lo ya establecido.
¡Hay muchos más! Seguramente crees que estos sesgos afectan a los demás, que tú eres inmune a estos sesgos (otro ejemplo de sesgo modal ;-). Sorpréndete con este experimento sobre la necesidad de conformar.