Virginia Cabrera apunta algunos factores emocionales que pueden llevar a equipos y proyectos a fracasar. ¿Los gestionas o los ignoras? Añado algunos chistes de Dilbert, uno de mis favoritos.
No es un artículo exhaustivo ni novedoso, pero aporta algunas claves que seguimos ignorando una y otra vez, y por lo tanto son totalmente relevantes.
Algunas ideas:
- Siendo de perfil más creativo que ejecutor me fastidia reconocer que una buena idea no garantiza el éxito de ninguna empresa. Todos hemos visto fracasar inexplicablemente proyectos que eran caballo ganador. No es de otro mundo que propuestas con presupuestos envidiables, con los mejores perfiles echando horas por un tubo y con todo el apoyo de la dirección acaben en agua de borrajas, olvidados en un rincón. Tiempo, personas, dinero, apoyo, herramientas… ¿Cuál es el factor que garantiza el éxito de un proyecto?
- La verdad, no veo a muchos jefes de proyecto currando en el engagement de su equipo. Me pregunto por qué las empresas confían en que sus proyectos internos tendrán éxito sin dedicar un segundo a enamorar a las personas que en ellos participan.
- Urge un management emocional de los equipos que no se enseña en ningún máster. Toca escuchar y leer entre líneas. Y asumir que lo emocional a veces o casi siempre pesa más que lo racional.
Algunos ingredientes de alto riesgo:
- Tibieza en los de arriba.
- Codazos por los roles.
- Expectativas no declaradas.
El original aquí.