NO: Tenemos un acuerdo con las más altas autoridades religiosas: ellos no desarrollan personas y nosotros no hacemos milagros. No hacemos el “paripé”. No queremos hacer informes de consultoría para guardar en una estantería o formación sin impacto. No hacemos proyectos incoherentes con otras políticas de la empresa, acciones puntuales sin ninguna aplicación, mal diseñados, o no deseada por los implicados. No sacrificamos un cliente por una venta. No nos mueve un objetivo de ventas a toda costa. No somos agresivos o invasivos. Hemos acordado con nuestra tienda de motos favorita que ellos no desarrollan líderes y nosotros no “vendemos motos”.

SI: Nuestra política comercial se basa en la confianza demostrada con hechos y en el respeto al cliente. Queremos generar relaciones a largo plazo y que nos quieran comprar proyectos, no venderlos. A demanda del cliente potencial, podemos ponerle en contacto directo con otras empresas con las que hemos trabajado para que pida referencias directamente.

Resultados medibles

Cuando se trabaja en proyectos que tratan con intangibles, en la fase previa es importante concretar los objetivos, más allá de una vaga declaración de intenciones, de forma que al final del proyecto sea más fácil evaluar el grado de cumplimiento de los mismos. Así nos enfocamos a generar resultados reales y que el cliente quiera volver a vernos.

Tarifa plana

En nuestros itinerarios de desarrollo no cobramos al cliente por jornadas o coste interno, sino por el resultado. Tenemos una tarifa plana que incluye mediciones, formación o mentoring hasta alcanzar una mejora medible del 10% en las habilidades directivas de los participantes. De esa manera el cliente tiene sus costes controlados y nosotros más libertad para plantear las acciones realmente necesarias sin restricciones, y todos nos enfocamos en la eficacia del desarrollo.