Es nuestro valor supremo, el que nos hace humanos y nos diferencia de los demás seres vivos. Las personas dan lo mejor de sí mismas cuando se sienten protagonistas de sus decisiones, siempre de forma responsable y respetuosa con otros. Aspiramos a ser “libres para…” (libertad positiva, eleutheria) y sobre todo a ser “libres de…” (libertad negativa).
No nos conformamos con obligaciones impuestas ni aceptamos jaulas de oro, por comodidad o miedo. No nos apegamos a nada ni a nadie. Respetamos nuestros compromisos, no imposiciones ajenas.
Apreciamos la originalidad y la creatividad. Nos gusta explorar caminos desconocidos, a riesgo de equivocarnos. También respetamos la libertad ajena para actuar o hablar (isegoria). Apreciamos las diferencias personales y cognitivas honestas, ya que en la uniformidad o en la colectivización identitaria no hay individualidad posible.
Queremos tener igualdad de oportunidades (no de resultados) (isonomía), discrepar, elegir, tomar la iniciativa, correr riesgos razonables, acertar, fallar, y protagonizar nuestra vida. Y dejar un legado de personas más poderosas dentro de empresas y sociedades respetuosas con el individuo.
Valores relacionados:
- Independencia
- Respeto
- Individualismo
- Inconformismo
- Originalidad
