Archivo por meses: abril 2015

¿Y si en vez de (solo) dinero las empresas recompensaran con tiempo?

Dado que el recurso más escaso (y cada vez más valorado por las nuevas generaciones) es el tiempo, y teniendo en cuenta las limitaciones del dinero como elemento motivador ¿no sería inteligente que las empresas recompensaran la aportación de valor con tiempo libre?

Más allá de la ya conocida flexibilidad de horarios, empresas como Adobe Systems, Boston Consulting Group, o Virgin ya están probando con este elemento motivador, mediante años sabáticos, vacaciones a la carta, semanas libres, etc.

Como bien comentan algunos compañeros consultores, estas iniciativas requieren organizaciones maduras, orientadas a resultados y no al presentismo, y con una alta capacidad de autoorganización del trabajo de sus empleados.

Algunas ideas sobre elementos no económicos de motivación:

  • La retribución es hoy un básico y un factor higiénico, un mínimo que hay que cumplir pero no es nada nuevo que motive. Parece más importante ser parte de un proyecto y el sentimiento de pertenencia.
  • El elemento económico sigue siendo uno de los principales cuando se habla de motivación, pero su impacto es a corto plazo, y más pronto que tarde se interioriza o se olvida. Las empresas deben trabajar con otros elementos cuyos efectos son a largo plazo.
  • Aunque las organizaciones ya no son capaces de ofrecer las carreras que satisfacen a la gente, hay un hueco en el que caben los elementos motivadores de trabajo y los proyectos innovadores para los buenos empleados a los que se quiere recompensar. Es una forma de que se sientan diferentes y de otorgarles nuevas responsabilidades

Para más detalles, ver el evocador y provocador artículo de Tino Fernández.

Aceptar no es resignarse

«Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia» – Reinhold Niebuhr

La palabra aceptar tiene connotaciones negativas. La confundimos con dejadez, con no salir de la zona confortable y con la falta de implicación y de esfuerzo. Y en parte pudiera significar eso, pero solo en los contextos en los que las personas desean avanzar, se quejan, reprochan y se comportan como víctimas con lo que sí depende de ellos y no actúan.

Pero realmente el concepto de aceptación forma parte de nuestro estado de bienestar. Se trata de esforzarnos con aquello que elegimos y depende de nosotros, y aceptar (dejar de malgastar tiempo, pensamientos y energía) lo que no.

5 cosas que deberías aceptar para ser feliz:

1. El paso del tiempo (y lo efímero de la vida).

2. No puedes cambiar a la gente para que se ajuste a lo que tú deseas.

3. La parte injusta de la vida.

4. Aceptar que alguien a quien amas no te corresponda.

5. Aceptar las emociones (propias y ajenas).

 

Para más detalles aquí está el artículo de Patricia Ramirez

El test de la golosina

Acaba de publicarse en castellano ‘El test de la golosina‘, de Walter Mischel, un famoso psicólogo que fue uno de los primeros interesados en reivindicar la importancia de la voluntad. (Gracias Simón por comentarlo)

El experimento planteaba a diferentes niños un dilema: comerse una golosina ahora, o esperar y comerse dos.

Hay niños que sucumben al atractivo presente y niños que son capaces de aplazar la recompensa. Lo interesante es que el equipo de Mischel ha seguido la evolución de esos niños durante más de treinta años, y ha comprobado que esa sencilla prueba predice mejor su evolución académica, familiar, laboral y social que los test estándar de inteligencia. La conclusión, corroborada por muchas investigaciones, es que la adquisición de esas funciones ejecutivas –es decir, de la voluntad– es esencial para el desarrollo futuro de nuestros niños y adolescentes.
Para más información y una interesante discusión sobre la motivación interna y la voluntad ver el artículo:  La recuperación de la voluntad por José Antonio Marina

Aquí un video sobre el experimento:

Nuevo taller de música para la creatividad y el trabajo en equipo

Gracias a Pablo y Luli tenemos un nuevo y divertido taller experiencial que proponer a nuestros clientes. Nos lo hemos pasado muy bien en la edición piloto y esperamos poder hacer muchas más.

Nos juntamos varias personas en un estudio de música con batería, bajo, guitarras, teclado, etc. y tras aporrear un rato de forma lamentable los instrumentos, además de divertirnos aprendimos bastantes cosas sobre creatividad y trabajo en equipo.

No hacen falta conocimientos previos de música (como puse de manifiesto, ja ja), cada uno aporta lo que pueda.