The Thinking Skills That Will Set You Apart as a Leader

According to my experience, organizations tend to do very stupid things; collectivelly they are less intelligent than most of the individuals in them. Another observation is that organizations tend to reflect the virtues and defects of their leaders.

The conclussion is clear: people tend to work without thinking much, and the responsibility lies on their leaders. Are they dumb? No, or not more than the average. In fact, they usually are more intelligent than normal employees. And they are experts in their field. But they often lack some critical thinking skills that are much needed in VUCA environments. And these skills are never tought in the education system, nor in companies.

Only a few times I’ve had the chance to train managers on thinking and decision making skills. Am I the only one who realizes that there’s a need to improve the thought process of leaders? Their ego makes them think that they are already smart enough. So I was very relieved to find this very interesting article at Harvard Business Review. Here’s a summary:

What does it mean to add value? Adding value arises not just from solving a problem, but from solving the right problem, in ways that no one expected, to arrive at an even better outcome.

These kinds of solutions don’t come from our everyday ways of thinking. They come from expert thinkingcritical thinkingstrategic thinking, and systems thinking—skills that consistently make it on those ubiquitous lists of things leaders at every level have to be really good at to meet the challenges of the future.

If you’re a leader looking for your company to add value for clients and customers, or a manager looking for ways your team can add value, you need to be building these skills in your people. The problem for many leaders and managers, however, is that when we use terms like expert, critical, strategic, or systems thinking, too often we don’t know when to apply or even how to define them.

The authors explore these four distinct types of thinking skills in depth, including what they mean and when they should be used, along with some tips for using AI tools as a thinking partner.

  • Expert thinking is rooted in deep knowledge in a particular field, developed through years of experience, training, and consistent practice. Use it when a situation requires a quick, automatic response based on a well-defined set of rules, or when prior experience and knowledge can offer a clear path forward.
  • Critical thinking pushes you to pause and question assumptions. Instead of reacting quickly, you stop and analyze. Use it when experts disagree on a solution, when traditional approaches fail to solve a problem, or when the symptoms of a problem keep recurring.
  • Strategic thinking is about taking a long-term, high-level perspective, looking beyond the immediate situation. Use it when making big decisions with long-term consequences, thinking about your team’s future, or trying to anticipate how market forces and customer needs might change.
  • Systems thinking is the ability to see the interconnectedness of all the problems at hand. Use it when you need to understand a complex situation or want to identify patterns and relationships within your organization or industry.

It’s just as important to recognize that thinking skills are unlikely to be honed organically, because most of these ways of thinking are not natural. We have to deliberately engage in them. In other words, they’re not what our brains do on autopilot. (And let’s not kid ourselves: Our brains are on autopilot, out of necessity, most of the time. That’s not necessarily a bad thing.)

I encourage you to read the whole article here, and think about it. Also share this article with those you consider will appretiate it. And if you want to improve the thinking skills of your leaders, let’s talk.

You may also like past posts:

Las inundaciones de Valencia: el precio de las malas decisiones, liderazgo y sistemas organizativos

La crisis de los misiles de Kennedy – Toma de decisiones estratégicas en incertidumbre

50 sesgos cognitivos que pueden perjudicar la toma de decisiones (de otros, claro, no la tuya)

Los directivos «cuello de botella» y su impacto en las decisiones de empresa

Covid y ¿racionalidad? en la toma de decisiones estratégicas

Irracionalidad en la toma de decisiones, el día de la marmota y el Covid – Entrevista a Antonio Montero

Algunos hallazgos de psicología que explican por qué tomamos malas decisiones

La estupidez, cómo reconocerla y qué hacer con ella

Descifrando nuestro mayor enemigo: la estupidez

La paradoja de la estupidez

The Painful Reality Of Unteachable Lessons

Cómo conseguir que los CEOs valoren a su departamento de RRHH

Uno de los retos críticos (y frecuentemente fracasados) de los directores de RRHH es posicionarse y ser valorados por otros directivos, especialmente de sus CEOs o Directores Generales. Resulta difícil dejar de ser vistos como ejecutores administrativos de tareas operativas y pasar a ser percibidos como estrategas que aportan valor.

Es cierto que muchas veces los altos directivos tienen una mentalidad cortoplacista, de silo, materialista o inhumana, pero también es cierto que muchas veces desde RRHH comunicamos muy mal o no somos capaces de posicionarnos en el comité de dirección.

Por eso me pareció interesante un gráfico que agradezco a mi amigo y cliente Paco. No parece tener una base estadística, ni venir de un informe fiable, ni encuentro la fuente, pero me parecía interesante para darnos que pensar.

A los CEOs no les importa si RRHH:

  • Mantienen actualizados sus archivos de personal o sus manuales de RRHH
  • Conocen al detalle la legislación laboral
  • Mandan encuestas de cultura
  • Planifican eventos sociales
  • Gestionan horarios

En cambio sí valoran si RRHH hace otras cosas:

  • Crean candidaturas que atraen talento, no sólo descripciones de puestos
  • Convierten las salidas de personas en aprendizajes valiosos
  • Predicen y previenen la falta de habilidades antes de que afecten al negocio
  • Detectan a futuros líderes antes que la competencia
  • Hacen que los movimientos de personas mejoren el negocio
  • Afrontan y gestionan rápidamente a las personas con bajo rendimiento
  • Construyen equipos mejores que los de los competidores

No significa que sólo haya que enfocarse en las segundas y dejar las primeras. La reflexión interesante es que a menudo nos perdemos en tareas que creemos necesarias, pero que no generan la percepción de aportación de valor para el negocio.

¿Estamos confundiendo nuestras prioridades desde RRHH? ¿Cuánto tiempo dedicamos a las mil tareas y peticiones que afrontamos? ¿El Director de RRHH es capaz de encontrar tiempo para enfocarse en tareas estratégicas y delegar las operativas? ¿Qué y cómo comunicamos hacia otros directivos? Y tú… ¿Qué opinas?

Los niños perdidos: cómo hemos expulsado de la sociedad a una generación de hombres jóvenes

Cada poco nos insisten con titulares sobre la famosa brecha de género. Luego, de forma secundaria, hay noticias que salen como anécdotas, pero que en realidad siguen un patrón común.

  • Tiroteos en escuelas, robos, violencia, crímenes de todo tipo
  • Fracaso escolar
  • Trabajos poco cualificados e ingresos decrecientes
  • Adicciones y evasión del mundo real
  • Suicidios

El patrón es que todo esto está protagonizado por hombres jóvenes mal integrados en nuestra sociedad.

¿Qué está pasando con nuestros hombres jóvenes? ¿Qué sociedad estamos creando en la que muchos de ellos no encajan? En la loable búsqueda de la igualdad de oportunidades para las mujeres ¿estamos dañando a los hombres?

Recientemente encontré un estudio estremecedor que recomiendo leer con atención: «The lost boys: how a generation of young men fell behind women on pay. A sobering report details their struggles before primary school even begins, a dearth of role models and the decline of blue-collar jobs.» Está hecho en UK, pero muchas de las tendencias también son válidas en cierta medida aquí.

Algunas conclusiones y datos escalofriantes:

  • Los hombres jóvenes están fracasando en una medida desproporcionada en el sistema escolar. 75% de los expulsados por el sistema escolar (en el que curiosamente las mujeres predominan enormemente) son varones y en las universidades británicas hay 3 mujeres por cada 2 hombres.
  • También hay una caída significativa en la proporción de hombres que encuentran trabajos cualificados y por lo tanto en sus salarios. Eso hace que tengan que les cueste más tiempo independizarse.
  • Ellos protagonizan y sufren mayormente la marginalidad, el crimen (90% de las víctimas de homicidio), la cárcel (96% de los reclusos) y el suicidio (tres veces y media más probable que las mujeres).
  • La cultura, el sistema educativo y los medios de comunicación muestran lo masculino bajo una perspectiva negativa: toxicidad, violencia, ridiculización de los valores y personajes tradicionalmente masculinos, etc.
  • Los hogares sin una figura paterna de referencia (1/5 de las familias británicas) hacen mucho más probable todos los síntomas mencionados. 76% de los niños en custodia tienen un padre ausente.

También recomiendo una interesante conversación entre Peterson y un experto en este tema, Warren Farrell. Si tienes hijos o sobrinos varones, te interesará.

The Painful Reality Of Unteachable Lessons

The other day I was frustrated with my adolescent son for making the same mistakes time and time again, even when warned and knowing the consequences. But he is not the only one. We all resist learning sometimes, even when it is obvious to everybody else.

Then I had a serendipitious finding: Chris Williamson discusses why we’re wired to learn our lessons the hard way.

A few quotes:

  • Oscar Wilde wrote «Experience is the hardest kind of teacher. It gives you the test first and the lesson afterward.»
  • «A man makes mistakes, a smart man learns from his mistakes, a brilliant man leans from other’s mistakes.»
  • «When we find the same kind of problem time and time again, it means that life is trying to teach us something that we haven’t learned.»

You may also like previous related posts:

But there’s much more! Chris is a curious person and has learnt a thing or two in 900 episodes interviewing very intelligent people. Here’s some food for thought.

00:00 Unteachable Lessons

07:37 Reverse Charisma

14:52 Don’t Trade Your Lifestyle for Money

18:33 Deliberate De-Optimisation

24:01 From Operator Guy to Idea Guy

33:38 What Gays & Lesbians Think of Bisexuals

37:30 The Birth Order Effect

39:25 We Are What We Pretend to Be

45:56 How to Not Be Needy

49:53 Find Someone You Feel Safe Being a Burden To

52:11 5 Questions to Ask Yourself in a Relationship

55:22 How to Make Marriage an Easy Guess

56:07 Thoughts on the Black Pill Community

Los 5 motivos principales por los que los empleados solicitan apoyo emocional (y 5 ideas extra para mejorar tu bienestar)

BH Bienestar ha lanzado su análisis anual sobre el uso de su Programa de Apoyo al Empleado. Los datos reflejan que la ansiedad, las dificultades familiares y la depresión están en el top 3 de los motivos más frecuentes por los que los empleados han solicitado apoyo emocional en 2024.

Algunas ideas:

  • La ansiedad se mantiene en el primer puesto, siendo el principal motivo de consulta de 2024 con un 25% sobre el total y, en tercer lugar, el ánimo depresivo con un 14% de consultas.
  • Unos datos que reflejan la creciente incidencia de los trastornos psicológicos en la población activa en España. Según el último informe de Atención Primaria publicado por el Ministerio de Sanidad, en España la ansiedad afecta ya a un 12% de la población y la depresión, a un 4,7%; convirtiéndose así en los dos trastornos psicológicos con mayor incidencia en nuestro país. 
  • El 81% de las consultas están vinculadas a problemáticas no laborales, mientras que solo el 19% tienen relación directa con el entorno profesional​. Un aspecto que se ve reflejado si prestamos atención al segundo motivo más frecuente de consulta: las dificultades familiares y de pareja (19%).
  • Por otro lado, el desarrollo de habilidades personales o profesionales mediante coaching (11%) y estrés laboral (10%), ocupan también puestos determinantes siendo el cuarto y quinto motivo de consulta respectivamente.

(Fuentes: Noticia en Equipos y Talento y estudio original en BH Bienestar)

Si te preocupa tu bienestar, tal vez te interesen otros posts anteriores con ideas para mejorarlo:

Everything You Know About Overpopulation Is Wrong | Stephen Shaw

Everyday the fearmongers in the infoxication media scare us with the last crisis and emergency, until it goes out of fashion. Then they sell you the next thing to be scared of. Of course, they don’t do it so that you make the best decisions, but to promote the interests of those who pay them.

In fact, it can all be considered a case of obfuscation. Instead of hiding the truth, they hide among so much noise and so much banal information that you are not able to focus on the key issues and challenges for our civilization. Like slow extinction.

Many people believe the world is becoming overpopulated…the reality will shock you.

In this speech, Stephen Shaw explains how rapidly declining birth rates are putting many countries in danger of disappearing within a few generations.

Reversing the narratives around children and population growth is critical for the sake of our civilisations. It will help us design the changes that our society needs to survive, instead of the useless snakeoil remedies that our politicians and media sell to us.

They say «You’ll have nothing and you’ll be happy», or «You won’t have a good job, your own house nor children but you can have cats instead.» They also defend that making it difficult for our young couples to create a family and instead importing unskilled uncivilized people is the solution to all our problems.

Let’s not sacrifice our offspring for our material confort. Go make a baby! 😉 Or encourage others to do so before it’s too late.

00:00 – Haunted by the Future

00:19 – The Missing Conversation on Parenthood

01:36 – The Silent Crisis of Low Birth Rates

02:52 – Debunking Overpopulation Fears

04:24 – The Mathematics of Population Decline

06:18 – The Economic and Social Impact

09:20 – The Rise of Childlessness

12:42 – The Challenge of Reversing the Trend

The broken window fallacy, Troyan horse ideas, and how to avoid making terrible economic decisions

Last month I talked about goals and incentives (La importancia de los incentivos, y cómo el 99% de la gente (incluidos los directivos) no los entiende) and about how people are blind to the failure of their projects (La teoría del caballo muerto o cómo nos negamos a afrontar los problemas). Following those ideas, today I want to talk about the economic myopia of most people.

I don’t know if it is because I studied some economy or because of my experience in many organizations, but I can spot bad economic ideas from a mile, even if they are disguised in good intentions. But I don’t think I’m a genius. What surprises me is how most people accept or buy into «Troyan horse ideas«: sugar-candy proposals that will bring terrible results.

  • Why do politicians always seem to create more economic problems when they intervene to «solve» the previous ones?
  • Why can’t people understand that what seem like good ideas in the short term have bad consequences?
  • Why do we insist in the same recipes that sound attractive but have proven wrong several times in history?
  • Why don’t we understand that everything has pros and cons, and that there are no solutions, only compromises?

There many examples, like printing money, fixing prices, raising taxes and tariffs, taking money from people who work to give it to those who create nothing, doing a bad job for a customer, being dishonest, eating too much and exercicing too little, spending more than you earn, etc.

In this video we learn about the broken window fallacy and how it can help us improve our economic understanding of the world.

Some key questions that you need to ask every time you are proposed an idea:

  • What’s been broken? Why? (Root causes, not symthoms) Have we understood how the problem was created?
  • Is your proposal better or worse than the problem? Is it better or worse than other proposals? What other solutions have worked / not worked in the past? What are the pros and cons of each of them? Are you solving the problem provisionally and making it worse in the long term? What are the evident and not so evident risks?
  • How is this solution going to solve the problem? How are you going to measure its success? Will you change it if it doesn’t work or is counter productive?
  • At what cost? What are the drawbacks? What wealth is the proposal going to destroy? Will it create more problems somewhere else?
  • Who’s paying and who’s benefiting from it? Is it overall good for the society? Even so, is it fair and ethical? Does it break individual rights?
  • Is this idea yours or are you repeating someone else’s without any criticism? Do you have an emotional attachment? What are your biases and blind spots?
  • Are you risking something if your solution doesn’t work? Do you have a personal interest in it? Who will win or lose something if it works and if it doesn’t?

Next time you have or are proposed a «great idea», please use these questions to help other people think rationally.

You may also like:

¿Qué tienen que ver Djokovic, la racionalidad al tomar decisiones, la manipulación de masas y el maltrato doméstico?

Covid y ¿racionalidad? en la toma de decisiones estratégicas

Irracionalidad en la toma de decisiones, el día de la marmota y el Covid – Entrevista a Antonio Montero

Las inundaciones de Valencia: el precio de las malas decisiones, liderazgo y sistemas organizativos

La importancia de los incentivos, y cómo el 99% de la gente (incluidos los directivos) no los entiende

Caso histórico: Los peajes del Sund o cómo conseguir que la gente sea sincera al pagar impuestos

Los peajes del Sund o peaje del estrecho  (en danés: Øresundstolden) fueron peajes cobrados por el cruce del estrecho de Øresund y que fueron una de las principales fuentes de ingresos del reino de Dinamarca. Fueron introducidos en 1429 y se mantuvieron en vigor hasta 1857. En 1567, el peaje fue convertido en una tasa de un 1-2% del valor del cargo, llegando a suponer dos tercios de los ingresos estatales en los siglos XVI y XVII.

Todos los barcos extranjeros que pasaban a través del estrecho, fuera su destino Dinamarca o no, tenían que parar en Helsingør y pagar un peaje a la corona danesa. Si un barco se negaba a parar, los cañones en Helsingør y Helsingborg podían abrir fuego y hundirlo.

La consecuencia evidente es que los barcos trataban de minusvalorar su cargo, y los inspectores tenían que hacer su propia valoración. Todo ello conlleva corrupción, coste de vigilar barcos y de vigilar a los vigilantes, inseguridad para los armadores de los barcos, y una disminución del comercio y los ingresos para todos.

Pero ahora viene la clave de esta historia: Para evitar que los capitanes declararan cargos menores a la realidad, la corona danesa se reservó el derecho de comprar el cargo al precio declarado.

¿El resultado? Los capitanes tendían a ser sinceros en declarar el valor de su cargo. No porque la corona ejerciera siempre su derecho de comprarlo, sino porque la mera posibilidad era un poderoso incentivo para decir la verdad. Y todo ello con mínimos costes de supervisión y gestión. Y antes de que se desarrollara la ciencia económica.

Pero lo interesante no es este caso histórico, lo que me llama la atención es que es la excepción, no la regla. Apenas hay estados que usen este tipo de incentivos para recaudar impuestos; casi todos tienen legislaciones y burocracias complejas, caras e ineficientes en su lugar.

Ampliando el ámbito del análisis, la utilización inteligente de los incentivos en la economía de mercado es la clave para que en occidente en los últimos 200 años hayamos tenido una prosperidad y desarrollo únicos en toda la historia de la humanidad. Pero lo normal siempre ha sido que los gobernantes expolien a la población y desincentiven el ahorro y la inversión, impidiendo así la prosperidad de todos.

Mi experiencia profesional utilizando incentivos

El otro día «engañé» por enésima vez a los participantes en una formación de trabajo en equipo para que se traicionaran miserablemente para perjuicio de todos, con una versión del tradicional dilema del prisionero. En otras ocasiones subasto un billete real de 20€ y consigo que me paguen más de lo que vale. Evidentemente, todo lo hago con la buena intención de analizar después cuestiones como la confianza, la colaboración, la comunicación y la cohesión. Bueno, hay que reconocer que también es muy divertido meter cizaña. 😉

También utilizo competiciones, juegos y otros mil trucos para conseguir que la gente haga «espontaneamente» cosas que jamás habrían aceptado que les mandara un extraño. Por ejemplo, consigo que un grupo de serios directivos se pongan a hacer teatro en la calle o construir helicópteros de madera.

Otras veces he ayudado a diseñar sistemas de objetivos e incentivos, cuadros de mando, etc. desde nivel corporativo a individual. Y también formado a directivos y managers para que pasen de supervisar tareas a gestionar por objetivos.

Además, mis clientes de coaching me contratan para facilitar que consigan sus objetivos, y una parte importante del trabajo es definirlos y gestionarlos.

¿Cómo consigo todo eso? Comprendiendo cómo funcionan los objetivos, reglas e incentivos, y las motivaciones humanas. Me baso en una mezcla de teoría de juegos, economía de la empresa, psicología económica, coaching sistémico, etc. Seguramente, haber estudiado y formado en dichos campos en la universidad, y mi experiencia práctica como consultor y manager de RRHH en diversas organizaciones durante 25 años me permite tener una perspectiva privilegiada.

Pero lo interesante no es eso, ni vengo aquí a presumir de Maquiavelo de pacotilla. Francamente, me sigue sorprendiendo que me paguen para cosas que me parecen evidentes. Traigo estos casos para ejemplificar la dificultad que solemos tener los humanos para entender la potencia de los incentivos y las claves de la motivación humana.

La incomprensión generalizada de los incentivos

En un ámbito más personal, alucino cómo los padres no ponen límites ni consecuencias y luego se sorprenden de los comportamientos incivilizados de sus hijos. ¿Amenazas a tu hijo con castigos aleatorios o desconectados de comportamientos concretos y luego no los cumples? ¿Qué esperas que pase la siguiente vez?

También trato de no argumentar con la mayoría de personas sobre economía o política. Incluso en temas evidentes y hablando con gente culta, no son capaces de imaginar la reacción lógica que va a tener la gente a sus propuestas. ¿Subimos los impuestos, el salario mínimo o la masa monetaria? ¡Grandes ocurrencias que nadie había intentado nunca! Seguro que eso no afectará a la inversión, a la tasa de paro o al poder adquisitivo ¿verdad? De hecho, si es tan buena idea y no tiene consecuencias negativas… ¿por qué no duplicarlos o triplicarlos, en vez de subirlos un poquito?

Otros se sorprenden de que los políticos sean corruptos e inútiles, y piensan que simplemente cambiando a uno por otro, todo cambie. ¿Qué esperabas, viendo cómo está diseñado el sistema y los incentivos que tienen?

Lo que me sorprende una y otra vez es que la gente no entiende cómo funcionan los incentivos. Incluso personas muy inteligentes, expertas y capaces (como altos directivos y CEOs) parecen incapaces de anticipar las reacciones de las personas cuando cambian los incentivos, o dan por supuesto que los demás comparten sus propias motivaciones.

Por ejemplo, hace años el jefe de mi mujer le limitó unas comisiones previamente acordadas como un % de la facturación, porque se había vendido un gran proyecto y el importe de la comisión era mayor del que él se había imaginado. Evidentemente, mi mujer nunca más volvió a motivarse con las promesas de unos incentivos arbitrarios y mal gestionados.

Algunas ideas básicas para gestionar los incentivos

Todas estas personas no se dan cuenta de algunos principios básicos, como que:

  • El comportamiento humano es motivado. Siempre hay un motivo, aunque no lo conozcas o compartas, confesable o inconfesable, consciente o inconsciente. La gente tiende a ser egoísta. Incluso cuando son generosos o desinteresados lo hacen para conseguir algo, ya sea amigos, sentirse importantes, virtuosos, ganar una buena reputación, aprender, o divertirse mientras ayudan.
  • Los incentivos no sólo son monetarios, ni son iguales para todas las personas. Lo que te motiva a ti puede no motivar a otra persona, o no en la misma medida. La variedad de necesidades y deseos es enorme. Por otra parte, hay ciertas cosas que suelen gustar a la mayoría.
  • El comportamiento reforzado tiende a repetirse. El comportamiento con consecuencias negativas tiende a inhibirse. Y la motivación negativa es más inmediata y fuerte, pero más insatisfactoria y difícil de mantener a largo plazo que la positiva.
  • Hay motivos extrínsecos e intrínsecos. Los primeros son más fáciles de manipular, pero los segundos son más poderosos.
  • Hay factores higiénicos (si no están, desmotivan, pero si están no motivan) y motivadores (sólo eficaces cuando se han cubierto los anteriores).
  • Los objetivos siempre van a tender a malinterpretarse, de buena o mala fe. Obtendrás literalmente por lo que pagues. Y si no defines exactamente lo que quieres, obtendrás cualquier otra cosa.
  • No basta con definir objetivos e incentivos y esperar que las personas cambien su comportamiento. La gente necesita las 4C: conocer, comprender, compartir, comprometerse.

En fin, no pretendo ser exhaustivo ni dar una clase magistral sobre incentivos. Sólo llamar la atención sobre una poderosa herramienta que suele ser muy mal utilizada.

Y lo peor no es la ignorancia, sino la creencia de que ya se sabe y la insistencia en los mismos errores a pesar de los malos resultados. Siempre que los seres vivos no se comporten como esperas, piensa si los incentivos que les generas son los adecuados.

La teoría del caballo muerto o cómo nos negamos a afrontar los problemas

Encontré en fb y luego en el blog de balcón40 una buena metáfora muy aplicable en la empresa y la política, e incluso en nuestras vidas personales: la teoría del caballo muerto.

Esta teoría parece ser que se basa en un dicho de los indios de Dakota, quienes aparentemente decían que “cuando descubres que estás montando un caballo muerto, la mejor estrategia es desmontar”.

Parece obvio, ¿verdad? pues no debe serlo tanto, porque es bastante común continuar invirtiendo tiempo, recursos y esfuerzos en un proyecto improductivo o definitivamente fallido. En vez de abandonarlo, muchas veces las organizaciones y personas implementan estrategias destinadas a intentar revivir al caballo muerto, como por ejemplo:

  • Comprar un látigo más fuerte, o una nueva silla de montar, para ver si el caballo muerto resucita (mejora sus resultados) si le doy con látigo más fuerte (y más caro)
  • Cambiar los jinetes, o sea, asignar a alguien nuevo a una tarea ya fallida
  • Nombrar un comité para estudiar al caballo, o lo que es lo mismo, gastar tiempo y recursos en ver qué es lo que va mal sin llegar a tomar ninguna acción.
  • Relajar las normas o los requisitos de las prestaciones esperadas de los caballos, o revisitar el concepto de muerto, de manera que se puedan incluir a los caballos muertos en dichas normas y así pasen más desapercibidos.
  • Reclasificar los caballos muertos como seres vivos discapacitados, o con cualquier otro eufemismo para no reconocer que el pobre caballo ha fallecido.
  • Atar varios caballos muertos juntos para ver si así aumentan la velocidad. O como decía un antiguo jefe mío, es cuando el más feo y la más fea de la clase van juntos al baile de graduación. Está bien ir, pero la relación va a tener poco futuro.
  • Mejorar la alimentación del caballo para ver si así el caballo muerto corre más o lo que es lo mismo, proporcionar financiación adicional y/o formación para mejorar el desempeño del proyecto.
  • Declarar que como un caballo muerto no necesita ser alimentado, cuesta menos y por consiguiente contribuye a mejorar los resultados de la empresa.
  • Re-escribir el rendimiento esperado, para que el del caballo muerto sea aceptable.
  • Ascender al caballo muerto a un puesto de responsabilidad y contratar a otro caballo para hacer el trabajo.

Muchos años después que los indios de Dakota, Peter Drucker, el guru del management, dijo más o menos lo mismo pero con otras palabras: «No hay nada tan inútil como hacer eficientemente lo que no debería hacerse en absoluto.» O sea, está muy bien buscar eficiencias, pero es inútil y contraproducente hacer eficientes las tareas incorrectas.

Es un problema común en muchas organizaciones la reticencia a abandonar proyectos muertos. Sucede por varios motivos:

  • Es la idea del gran jefe y nadie se atreve a declararla finalmente inútil
  • Hay demasiados compromisos adquiridos con anterioridad y nos empeñamos en hacerla funcionar como sea (lo que en economía se llama coste hundido)
  • Fue una idea de éxito en un principio pero cuyo momento ha pasado, y sin embargo seguimos trabajando en ello casi por inercia.
  • Cada persona sabe que el caballo está muerto pero nadie se atreve a discrepar con el grupo (pensamiento grupal)
  • Tenemos un apego emocional con el caballo y nos duele demasiado siquiera considerar que está muerto
  • Disonancia cognitiva: Ante la discrepancia entre lo que vemos y lo que creemos, descartamos lo que vemos para no tener que cambiar nuestras creencias

Esto también es aplicable también en el ámbito personal. Cuantas veces tenemos la sensación de que estamos en un fin de ciclo, que ya hemos hecho todo lo que había que hacer en el proyecto y que de ahí no se puede sacar más. O con una pareja con la que llevamos tiempo intentando de todo.

En esas situaciones, lo mejor es abrazar el cambio, innovar y estar dispuestos a desmontar el caballo y buscar otro camino a seguir. Lo difícil normalmente es reconocer que el caballo que montamos ha fallecido, porque era nuestro caballo, le teníamos cariño, dedicamos en el pasado mucho esfuerzo a alimentarlo y verlo crecer, pero hay que asumir que todo llega a su fin y que lo mejor es bajarse de él.

Y esto no sólo es aplicable para ti mismo, sino que es importante entenderlo para facilitar la gestión del cambio. Aunque tú estés intentando librarte del cadáver apestoso del caballo, en tu empresa seguro que hay personas que siguen apegadas a él. No sirve de mucho forzarles si no empiezan por entender que su querido caballo está muerto. En lugar de vencer esa resistencia al cambio, empieza por desactivarla haciéndoles tomar conciencia de que su caballo está muerto.

Acabo con una pregunta retadora y una reflexión:

  • ¿Qué caballos muertos has montado en el pasado? ¿Hay alguno al que sigues apegado en el presente?
  • ¿Qué caballos muertos tienen otras personas que para ti resultan evidentes? ¿Cómo ayudarles a reconocerlo sin generar resistencia?
  • Si tienes dudas al respecto, tal vez te ayude lo que me dijo una vez una amiga: lo más difícil no es tomar una decisión, sino darte cuenta de que en el fondo ya has tomado tu decisión.

4 pasos para aumentar la cohesión de un equipo

Edith Gómez, en un artículo en Equipos y Talento, nos apunta los 4 pasos que hay que dar para lograr unir y fortalecer al equipo en el que un profesional se desenvuelve. Parece que haya descubierto el Mediterraneo, pero siempre viene bien recordar algunas pautas para mejorar la cohesión de los equipos.

1. Observar las relaciones interpersonales entre los miembros y tomar la iniciativa para conectar a miembros desconectados

2. Promover la creación de actividades grupales recreativas

3. Implementar incentivos al esfuerzo global

4. No orientar los esfuerzos sólo en las personas más cercanas

Si con estos consejos no es suficiente para generar una mejora real de la cohesión (lo más probable), le ha faltado mencionar que en ReviTalent tenemos una amplia gama de actividades de construcción de equipos, talleres de trabajo en equipo, procesos de coaching de equipos y sistémico, consultoría sobre sistemas de incentivos, etc. Aquí puedes ver algunos ejemplos recientes Tres aventuras para crecer: construyendo helicópteros, coaching con caballos y gymkana histórica en el Madrid de los Austrias o aquí 2024: Imágenes, reflexiones y agradecimiento para los lectores del blog.

Perdonadme la autopromoción, que intento minimizar en el blog, pero es que lo ha puesto a huevo.;-) En realidad lo que quiero decir es que la cohesión de un equipo es algo muy complejo, y que no se consigue sólo con cuatro consejos. Es un trabajo largo y complejo que a menudo requiere una aproximación profesional.

Si tienes un equipo que quieres construir, potenciar, arreglar o hacerlo de alto rendimiento, mi consejo es que inviertas en un buen profesional experto en equipos. Resulta muy rentable, ya que la productividad de un equipo cohesionado es incomparable con la de otro mal avenido. Por no hablar de costes de rotación, calidad, pérdida de clientes, falta de innovación, etc., o de bienestar y otros factores humanos.

En definitiva: cuida de tu equipo y tu equipo cuidará de tu negocio.