Interesting article from the British Psycological Society, by Rhi Willmot.
A summary:
It’s natural to assume that we update our beliefs in line with the most recent and well-established evidence. But what really happens to our views when a celebrity endorses a product that becomes discredited by science, or when a newspaper publishes a story which is later retracted?
A recent paper from the Journal of Consumer Psychology presents a novel take on this topic, by investigating the continued influence effect.
Anne Hamby and colleagues suggest that our likelihood of continuing to believe retracted information depends on whether or not it helps us to understand the cause-and-effect structure of an event.
Crucially, the team proposes, we would rather have a complete understanding of why things happen than a perspective which is more accurate, but less complete. And they make several experiments to prove it. You can read the whole article here.
Según una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el último año más de un millón de personas ha encontrado trabajo a través de portales y de aplicaciones específicas –excluidas las oficinas públicas de empleo.
Un 3,6% de los casi 30 millones de internautas de entre 16 y 74 años que hay en España, es decir, 1,08 millones de personas, aseguran haber conseguido en los últimos doce meses un trabajo remunerado con este tipo de herramientas digitales. De ellos, ocho de cada diez afirman que se trata de una ocupación que supone su fuente principal de ingresos, mientras el 20% restante explica que el trabajo fue una forma “adicional” de ganar dinero.
Si se tiene en cuenta la situación laboral, las webs y aplicaciones de empleo sirvieron para que casi 740.000 ocupados que usan internet cambiaran de trabajo (un 4,2% de ellos) y otros más de 200.000 parados (5,2%) dejaran de serlo. A estos hay que sumar además 100.000 estudiantes (3,2%) que acceden así al mercado laboral, así como unas 22.000 (1,5%) personas que estaban dedicadas a las labores del hogar.
El uso con éxito está más extendido entre los trabajadores con mayor nivel educativo, y en trabajos y perfiles tecnológicos, pero también en los niveles más bajos de salario.
Las empresas que se dedican a esta actividad están en crecimiento. Según datos proporcionados por la propia empresa, en el 2017 la plataforma Infojobs cerró casi 1,5 millones de contratos.
Como comentario, hace años participé en varios proyectos para establecer sistemas de objetivos CMI en varias agencias regionales de empleo, para mejorar su eficacia y eficiencia. Al final creo que se quedó en uno de esos proyectos con poca repercusión real, que mueren en una estantería a pesar de tener todo el sentido.
Una de las managers que participaba me hizo una preocupante reflexión: «Si medimos el resultado en términos de personas a las que conseguimos un empleo y lo comparamos con el coste del organismo, nos sale a más de un millón de € cada parado que conseguimos emplear. Nuestros puestos y la organización no se justificarían.»
Esta semana he tenido el placer de hacer una conferencia sobre inteligencia emocional en Kilkenny (Irlanda) para EUIPO, de la mano de Auren BLC. Tema fundamental y que hacía tiempo no trataba.
Lo bueno de volver a preparar una conferencia es que siempre aprendes cosas nuevas, buscas otros materiales, etc.
Lo malo con estos temas tan «soft» es que la mayor parte de los libros de inteligencia emocional están escritos por auténticos desgraciados. Personas que, en lugar de escribir una novela o un poema, deciden llenar doscientas páginas diciéndole a los demás cómo tienen que vivir su vida. O neohippies que prefieren abrazar árboles en vez de salir de tapas con los amigos. En fin, que hay cosas que merecen la pena y otras no tanto.
Así que quiero compartir un par de recursos interesantes, tanto serios como gamberros, sobre Inteligencia Emocional.
Aquí encontré varios consejos rompedores. Te animo a visitarlo para aprender y reírte un rato:
Quédate en tu zona de confort hasta que te mueras. No es fácil llegar a un punto en la vida en el cual, cuando te suena el despertador, no desees ahorcarte o ahorcar a la persona que te mira desde el otro extremo de la almohada. Alguna gente, sin embargo, lo consigue.
Odia sin complejos. Si el homo sapiens no odiase, hoy los neandertales llevarían Wall Street y nosotros estaríamos expuestos en los museos de historia natural. Si quieres ser feliz, debes asumir tu instinto animal. Odia libre y desacomplejadamente.
Sé empático con solo dos personas. Cualquier adulto con dos dedos de frente sabrá que, si el ser humano ha llegado al actual índice de desarrollo, no ha sido gracias a las personas educadas. Fleming no descubrió la penicilina dejando salir antes de entrar.
Recréate en las desgracias ajenas. Algunas situaciones son objetivamente duras: quedarte sin trabajo, una ruptura matrimonial, la pérdida de un ser querido… Los pirados del pensamiento positivo, necesitados de llenar páginas como sea, dicen que tienes que buscar la parte buena de esas situaciones. Bien, olvida esa mierda.
Más en serio, te recomiendo visitar esta otra página con un montón de información interesante sobre inteligencia emocional, tal como:
Los componentes de las emociones (ver ejemplo)
La rueda de las emociones de Plutchick
Las funciones de algunas emociones
Y más recursos, entre ellos esta fantástica conferencia sobre emociones