Estos días hemos tenido un ejemplo perfecto de cómo un equipo puede ser y conseguir mucho más que la suma de sus individuos.
Las declaraciones de Scariolo son toda una lección y ejemplo para los que nos dedicamos a desarrollar o liderar equipos en empresas. De nuevo, el deporte es un mundo paralelo en el que podemos inspirarnos.
Y cuando vemos cómo habla en el vestuario, cómo gestiona por anticipado la mente y las emociones de los jugadores antes del partido clave, empezamos a intuir cómo un gran líder crea un grandísimo equipo.
Y después del éxito no olvida el reconocimiento, esa gasolina gratis para la motivación que tantas veces olvidamos suministrar al equipo.
¿No te gustaría tener un jefe así? ¿No les gustaría a tus colaboradores tener un jefe así? 😉