Estructuras matriciales en empresas y el antecedente de los aliados en la 2ª guerra mundial

El problema de la doble jerarquía

Muchos de mis clientes se quejan de tener dos jefes. Eso implica problemas como:

  • Objetivos, estrategias, prioridades, decisiones y órdenes incoherentes
  • Conflictos y luchas de poder entre las dos jerarquías
  • Recursos (tiempo, dinero, personas, etc.) insuficientes para dar servicio a ambos
  • Falta de cohesión en los equipos o confusión sobre la pertenencia a unos u otros
  • Falta de apoyo efectivo por quienes se supone que deberían darlo
  • Etc.

Sin embargo, en las últimas décadas hay muchas empresas que, enfrentadas a los límites de una jerarquía tradicional, se organizan con una estructura matricial o doble jerarquía. ¡Algunas incluso triple! Así pueden atender las necesidades de coordinación de territorios, funciones, proyectos, etc.

Como cualquier solución de diseño organizativo, tiene sus características, ventajas e inconvenientes. Sin entrar en un estudio teórico que daría para una tesis doctoral, hoy simplemente quiero traer un antecedente histórico muy interesante: la organización de los ejércitos aliados durante la segunda guerra mundial.

El antecedente militar de la 2ª guerra mundial

Tradicionalmente, los ejércitos y estudiosos de la guerra han seguido el juicioso principio de una única cadena de mando. Ya los campos de batalla son suficientemente caóticos como para añadir más confusión. «Orden y contraorden generan desorden.»

Sin embargo, los aliados se encontraron con una situación con características muy distintas a las tradicionales, pero tal vez similares a las que encuentran hoy muchas empresas y equipos. Te propongo jugar a que identifiques cuáles serían válidas en tu realidad, salvando las distancias:

  • Actuación simultánea en diversos frentes (Europa, Asia, África), territorios e incluso continentes con características muy diversas, ante la inutilidad de combatir sólo en el propio territorio
  • Alianzas estratégicas y operaciones coordinadas con otras organizaciones (EEUU, UK, URSS, Francia, etc.) sin un mando jerárquico único, incluso superando rencores históricos de conflictos previos y compartiendo recursos escasos
  • Evolución de una gestión basada en tareas y órdenes a orientación a misiones y resultados
  • Necesidad de romper los silos, egos y cadenas de mando separadas de las divisiones funcionales tradicionales (tierra, mar y aire)
  • Cambios en los aliados e integración de nuevos miembros según suceden los acontecimientos (países que se van incorporando a la coalición)
  • Necesidad de estrategias y operaciones no sólo coordinadas sino unificadas desde su diseño por un consejo directivo cohesionado y eficaz (mando unificado vs. consejo)
  • Paso de una toma de decisiones centralizada y rígida a una mayor autonomía y flexibilidad en la toma de decisiones local (comandos, batallones autónomos)
  • Necesidad de compatibilizar esa autonomía con una mayor coordinación con otras unidades, y con la eficiencia en los servicios de apoyo y ciertas operaciones centralizadas (producción y logística de armas, suministros, espionaje, etc.)
  • Respuesta tardía y urgente, tras dormirse en los laureles de anteriores victorias (1ª guerra mundial y políticas de apaciguamiento)
  • Enemigos poderosos, agresivos y determinados, aunque descoordinados entre sí

Inspirándonos en la historia

Ante estas circunstancias, fue necesario un planteamiento organizativo muy distinto al habitual. Como en ReviTalent nos encanta conectar las lecciones de la historia con las empresas actuales, estamos preparando una de nuestras «historias inspiradoras» sobre este tema. En ella analizaremos cuestiones como:

  • ¿En qué casos no basta con una estructura jerárquica tradicional?
  • ¿Por qué esta organización fue una ventaja competitiva frente a las fuerzas del eje?
  • ¿Cómo consiguieron superar las dificultades, conflictos e ineficiencias inherentes a una jerarquía compleja o múltiple?
  • ¿Cuáles fueron las claves de su éxito? ¿Cómo hacer que funcione una estructura matricial?
  • ¿Cómo consiguieron coordinar las operaciones más críticas, como el desembarco de Normandía?
  • ¿Qué lecciones aprendieron en EEUU que les llevaron a su hegemonía geoestratégica en las siguientes décadas?
  • ¿Qué aprendizajes y similitudes podemos encontrar que sean de utilidad en las empresas actuales?

Acabamos este post con una cita del General Eisenhower: “Nuestra experiencia del Mediterráneo había corroborado el juicio de que unidad, coordinación y cooperación son la clave del éxito en los combates. La guerra se libra en tres elementos, pero no hay guerra terrestre, naval o aérea separadas; a menos de combinar eficazmente los medios disponibles en todos los elementos, y de coordinarlos contra un objetivo común discretamente elegido, no podrá aprovecharse su fuerza potencial máxima.”

Si quieres saber más, estamos a tu disposición en info@revitalent.com

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