Esta psicóloga ha estudiado a los capullos de tu empresa y sabe por qué se comportan así

Portada de 'Jerks at Work'.

Tessa West, profesora de la Universidad de Nueva York, lleva 15 años estudiando el comportamiento humano y tiene una buena idea de por qué somos así en el trabajo. De hecho, ha publicado el libro ‘Jerks at Work’ (‘Gilipollas en el trabajo’, Penguin Random House), un libro en el que identifica los comportamientos más venenosos del mundo laboral desde su posición privilegiada como responsable del West Interpersonal Perception Lab, un grupo de investigación de la Universidad de Nueva York.

Hay una provocadora entrevista en El Confidencial que recomiendo leer completa. Su teoría y tipología no parece tener una especial base científica, podemos llamarla superficial, pero creo que abre un debate interesante. Algunas ideas extraídas:

  • Los capullos en el trabajo no existirían si no existiesen entornos laborales que son terreno fértil para que crezcan y se desarrollen. La competitividad, las políticas en plan “no preguntes y no cuentes nada”, “que no haya noticias es buena señal” o jefes saturados de trabajo que no tienen tiempo para reunirse contigo son cosas que permiten que los capullos triunfen.
  • Todos tenemos el potencial de ser unos auténticos cabrones si se dan las circunstancias adecuadas. No hablamos de psicópatas extremos, con algunas excepciones. Todos tenemos esos puntos débiles en nuestra personalidad que sacan lo peor de nosotros. 
  • Los capullos no se dan cuenta de que lo son hasta mucho después, nadie se lo dice.
  • La mayoría de los capullos de los que hablo al fin y al cabo tienen sus habilidades, solo que estas resultan molestas a otras personas. No creo que la solución sea librarse de todas las cualidades de los capullos. Creo que deberíamos monitorizar todos esos rasgos para asegurarnos de que no son más negativos que positivos y que no hacen daño a los demás.
  • A menudo, benefician a los jefes. Pero de lo que no se dan cuenta es de que hay mucha gente que desconecta cuando hay capullos alrededor. Así que a la larga, el equipo pierde en términos de productividad, incluso cuando esa persona rinde mejor que nadie.
  • Cada generación ha tolerado menos los entornos laborales tóxicos que la anterior, hasta el punto de que están dispuestos a dejar su trabajo en masa. Hay un cambio cultural en el que la gente que tiene menos poder estructural puede alzar la voz más que antes. Creo que el problema no ha cambiado, solo estamos más despiertos ante él y tenemos menos tolerancia.

Tessa clasifica varios tipos de «capullos en el trabajo» (¿tal vez pondrías la foto de alguien conocido en alguno de estos tipos?):

  • El trepa (‘kiss up/kick downers’, literalmente, ‘los que besan a los de arriba y patean a los de abajo’) pretende ascender a cualquier costa. Para conseguirlo, trata a todos los que están a su nivel o por debajo como competidores y guarda sus buenas formas para sus superiores.
  • Los ladrones de crédito (‘credit stealers’) hacen pasar por suyas tus ideas. Son amigables, te echan una mano para poder llevarse el mérito. Minimizan tu contribución y son buenos ocultando sus huellas.
  • Los parásitos (‘free riders’) son expertos en no hacer nada y ser recompensados por ello. Se cargan de trabajo que parece importante pero requiere poco esfuerzo.
  • El ‘micromanager’ es un jefe impaciente que no respeta tus límites. Es posible que trabajase de lo mismo que tú ahora, por lo que supervisa hasta el más pequeño detalle.
  • El jefe descuidado (‘neglectful boss’) detesta no enterarse de las cosas. Vive continuamente nervioso por no ser capaz de gestionar a su equipo, lo que le hace controlar a sus trabajadores para reducir su ansiedad. A menudo les ocurre porque eran buenos trabajadores, pero no buenos jefes. 
  • Los manipuladores (‘gaslighters’) aíslan a sus víctimas y crean una realidad alternativa que sirve sus necesidades. Los amenazan con que su trabajo está en riesgo, o les dicen que los demás están en contra de ellos, y así se salen con la suya.
  • Los avasalladores (‘bulldozers’) son veteranos, tienen buenas conexiones y consiguen lo que quieren. Imponen sus decisiones e intimidan a sus superiores.

Una entrevista con la autora:

Y tú ¿qué piensas?

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