Recientemente he tenido la suerte de trabajar con decenas de personas en uno de nuestros bancos más importantes. Una y otra vez surgían preocupaciones sobre la cultura del stress y las prisas, interrupciones permanentes, reuniones improductivas, la multitarea y la dispersión de actividades.
Según mi experiencia, estos problemas están muy extendidos en la mayoría de organizaciones, y en muchas ocasiones tiene que ver con hábitos y comportamientos de sus líderes. Si eres responsable de un equipo ¿tal vez estás perjudicando su productividad y motivación sin darte cuenta?
Hoy he encontrado un magnífico artículo en Harvard Business Review al respecto (hecho por traducido por Mariana Díaz) el cual quiero compartir. Algunas ideas:
- La transición de colaborador individual a gerente amplía la influencia de los hábitos de trabajo de una persona. Cuanto más mayor se vuelve, más se amplifica esta influencia. Desafortunadamente, los gerentes suelen tener una visibilidad muy limitada de lo que sus propios comportamientos le pueden estar indicando a su equipo y de cómo el equipo podría estar reaccionando.
- Mails fuera de horario sin necesidad real. Hemos encontrado una correlación significativa y consistente entre la cantidad de tiempo que los gerentes envían el correo electrónico y organizan reuniones fuera del horario laboral (piense en las últimas horas de la noche, los fines de semana, etcétera) y la cantidad de tiempo que sus empleados directos hacen lo mismo. Por eso no sorprende que la Encuesta Social General, el 48 % de los empleados dicen que el trabajo a veces o con frecuencia interfiere con la vida familiar.
- Multitarea en reuniones. Esto envía la señal: «Está bien no prestar atención». Los gerentes que con frecuencia envían correos electrónicos durante las reuniones tienen, según nuestro análisis, 2,2 veces más probabilidades de tener empleados directos que también realizan múltiples tareas en las reuniones. La excusa es que están muy ocupados; los datos indican que la multitarea en reuniones no correlaciona con el tiempo pasado en reuniones.
La conclusión parece clara: deja tus hábitos de mandar mails fuera de horario y de estar sin estar en reuniones eternas e improductivas. Acude a menos reuniones, hazlas más cortas y enfocadas, sé y exige puntualidad al empezar y acabar, resiste la tentación de consultar los avisos del móvil, educa a tus interlocutores para que respeten tu tiempo libre, manda menos mails, con menos personas copiadas, reserva bloques enteros para mails y otros para tareas que requieren concentración…
Evitarás el spam y la infoxicación interna, la pérdida de tiempo y utilidad en las reuniones, y mejorarás la productividad y la motivación de todo tu equipo. Te requerirá un pequeño esfuerzo pero los resultados en todo el equipo serán multiplicadores.
