Estas fechas todos estamos bombardeados de consumismo, publicidad y empachos absurdos. También de felicitaciones protocolarias, superficiales, acartonadas, impersonales, fingidas, muchas de ellas con buena intención pero poca alma, que borramos sin siquiera leer. Siendo sincero, es imposible felicitar personalmente a cada amigo y conocido.
Por eso, cada año me gusta regalar algo distinto, que conecte con el significado profundo de estas fiestas (renovación, belleza, familia, reencuentro, amor, reposo, ilusión, esperanza, etc.).
Para todos los lectores del blog y especialmente para amigos y clientes, quiero compartir una canción. Me llamó la atención por ser muy bella en la letra, la música, la interpretación y el entorno. Regálate 5 minutos para saborearla. Espero sinceramente que la disfrutes y que reconectes con todo lo bello e importante en la vida. Un fuerte abrazo de corazón.
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Dada la infoxicación generalizada y las campañas de marketing sin alma, cada vez soy más radical a la hora de borrar felicitaciones automáticas y despersonalizadas.
En cambio, aprecio cuando alguien me manda un mensaje sincero y auténtico por el medio que sea. Un mensaje elegido cuidadosamente, que tenga sentimientos e ideas suyas, ofrecido con intención generosa y desinteresada, y basado en un vínculo real (ya sea una relación personal o profesional, experiencias, intereses, ideas o valores).
Por ejemplo, me ha gustado mucho un cuadro que compartió mi admirado pintor Ferrer Dalmau en twitter.
A primera vista la imagen me resonó, y luego reflexioné por qué. No sólo es la maestría pictórica. Para mi, representa poderosos contrastes:
La vida, que sigue adelante a pesar de situaciones y entornos muy duros
El reencuentro con los tuyos tras la separación
La luz del sol, que da esperanza y alegría tras la tempestad invernal
Encontrar y volver a recorrer un camino casi enterrado en la nieve, que nos llevará de vuelta al hogar o hacia nuevas aventuras
Los recursos y cualidades (individuales y colectivos, materiales y humanos), que permiten superar los retos
Yo no sé hacer cuadros que expresen todo eso, así que trato de transmitirlo de otra forma. No puedo escribir a mano a cada persona que aprecio, sois muchas, pero sí puedo mandaros este mensaje.
Por eso, si borras todas las felicitaciones sin alma, te ofrezco esta, que lleva un poquito de la mía. Te felicito sinceramente si este 2021 has sido capaz de pintar en tu vida tu propio cuadro de contrastes:
Vivir intensamente y disfrutar la belleza (no sólo sobrevivir)
Ver lo mejor en el ser humano y hacerlo crecer (en vez de dejarte contagiar por lo peor)
Pensar y actuar por ti mismo (en vez de subcontratar tu pensamiento y decisiones en otros)
Dejar cada día el mundo un poco mejor de lo que lo encontraste (en vez de ser el bombero incendiario)
Demostrar tus valores siempre (aunque no sea fácil o conveniente)
Además, querido lector, quiero desearte lo que yo entiendo como el espíritu de la Navidad (independientemente de temas religiosos o comerciales): descanso, reflexión, renovación, generosidad, conexión, disfrute, amistad, familia, magia, ilusión…
Por último, espero que en el 2022 sigamos compartiendo (al menos) nuestras «cosas que pensar». 😉