Carta de Reyes Humagos, de un Director de RRHH desesperado

Queridos Reyes Humagos,

Este año me he portado bien como Director de RRHH, así que os pido unas cositas:

  • He puesto un coach cuántico espiritual para la fábrica, porque estaban bastante alborotados. Confieso que le he tenido que contratar para que me dejara en paz, porque era muy pesado. ¡Socorro, me persigue un coach! En fin, hemos conseguido que se desahoguen y hemos redactado un completo informe sobre las causas y soluciones necesarias. Se lo hemos presentado al nuevo CEO en los 5 minutos que nos ha dejado para «ruegos y preguntas», pero ha descartado todas las propuestas incómodas o que impliquen cambios reales. La conclusión es que se les va a arreglar la máquina de café y subir el sueldo un 2%, para compensar la inflación pero sin «que se acostumbren a la buena vida». Además, como se ha ido a la competencia la gente más productiva, ahorramos salarios. Todo ventajas. Respecto a los que se quedan, os pido que dejen de robar mercancía y sabotear máquinas, al menos mientras duren estas fiestas entrañables.
  • Haciendo caso a los departamentos de compras y a los procedimientos internos que nos llegan de la matriz internacional, he optimizado nuestro desarrollo directivo. Es decir, he conseguido condensar en un curso online de 2h  liderazgo, conciliación, familiar, mindfulness con la metodología Hogwarts, en 2h y barato. Así que te pido una varita mágica para poder seguir en esa línea y aplicar la formación de liderazgo agile por conjuros, la última tendencia para que los neardentales que contratamos para puestos directivos adquieran un dominio impecable de todas las habilidades directivas sin hacer ningún esfuerzo ni dedicar ningún tiempo. Pero eso sí, que podamos bonificarme al 100%, que la empresa tampoco quiere gastar tiempo ni dinero. Total, los vamos a echar en la siguiente reestructuración o fusión…
  • Para el evento de Navidad, primero hemos ido a un paintball para desahogarnos. No sé si han aprendido algo, pero era barato y el proveedor venía recomendado. Ha sido enternecedor ver cómo se mejoraba el ambiente abusando de los becarios y dejando ganar el equipo de los jefes. Por suerte sólo hemos tenido 10 lesionados en la actividad. Luego, en la fiesta que hemos hecho poniendo unas mesas de caballetes en el almacén, hemos sorteado una botella de aceite de oliva. Ha tenido un éxito tremendo, al ganador se le saltaban las lágrimas pensando que este mes tal vez pueda pagar la hipoteca. Además, les he traído a un conferenciante motivador con mucho caché que les ha puesto las pilas y les ha enseñado a aplicar las técnicas del Pensamiento mágico-pendejo. La verdad es que no le han hecho mucho caso, porque estaban todos intentando arramplar con lo poco que quedaba del garrafón que contratamos en la barra libre de 30 minutos. En este tema, te pido que no se publiquen en redes sociales los vídeos subidos de tono típicos de Las temibles cenas y eventos de empresa (con mucho humor).
  • Tal como me pidió el nuevo CEO (que colocó el fondo de inversión porque sólo habíamos crecido un 150%), he despedido al 20% de la plantilla. Así, podremos pagar a los nuevos directivos que se ha traído el CEO sus sueldazos de seis cifras. Es una pena que nos hayamos cargado a mucha de la mejor gente que teníamos en las distintas áreas, y que todo el tiempo y dinero que habíamos invertido en nuestras políticas de RRHH en los últimos años se haya desperdiciado. También es una pena que vayamos a perder clientes, reputación y compromiso externo e interno. Bueno, a lo que voy, el nuevo CEO ya me ha comunicado que no cuenta conmigo, así que para terminar quiero pedir un nuevo empleo. Creo que en la guerra de Gaza tienen trabajos menos estresantes y estoy cualificado para desactivar explosivos, negociar con terroristas o recoger cadáveres. Estoy dispuesto a lo que sea con tal de disminuir mi estrés. Los headhunters que tanto querían verme hace unos meses ahora no me cogen el teléfono, así que no me queda más remedio que pedírselo a sus majestades.

(Nota: Cualquier parecido de esta carta con la realidad de mis clientes y compañeros es pura coincidencia.) 😉

¡Felices fiestas y mucha cordura para el año 2024!

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